Mezclar la levadura en un bol, con una cucharada de azúcar y la leche tibia hasta que se derrita.
Amasar la harina añadiendo en el centro la levadura y un poco de agua tibia.
Empezar a amasar y luego añadir los 20 g de manteca de cerdo (o, como alternativa, 2 cucharadas de aceite) y media cucharada de sal.
Continuar amasando hasta obtener una masa lisa y homogénea, formando una bola.
Dejar leudar la masa en un bol durante unas dos horas, hasta que duplique su volumen.
Luego del tiempo necesario para leudar, extender la masa en una hoja de 2-3 mm de espesor. Cortar la masa con un cortador, hasta obtener unos rombos de unos 6 cm de ancho.
Calentar el aceite en una cacerola. Cuando esté caliente, sumergir tres o cuatro rombos de masa y dejar cocinar hasta que se hayan dorado en ambos lados.
Secarlos en papel absorbente y servirlos calientes con los embutidos y el queso
Gorgonzola Dolce Igor.