Precalentar el horno a 200º. Mientras tanto, derretir la mantequilla en una amplia sartén a fuego mediano, añadir un diente de ajo, cocinar las setas, que anteriormente se han rebanado, durante dos-tres minutos, hasta que resulten blandas y fragantes.
Con una espumadera poner las setas en un plato y guardarlas aparte. Pasar por la harina las pechugas de pollo. Cocinarlas durante dos minutos en cada lado en la misma sartén donde se han cocinado las setas. Untar una bandeja con un poco de aceite y añadir el pollo. Colocar encima del mismo las setas.
En la sartén añadir el vino Marsala y el caldo de pollo, sal y pimienta al gusto, llevar a ebullición, luego reducir el fuego a un nivel mediano-bajo y cocinar a fuego bajo durante cinco/diez minutos. Añadir el pollo y los hongos. Cortar el queso Gorgonzola en cubitos y añadirlo arriba del pollo junto a una lluvia de queso rallado y al cebollino cortado finamente.
Hornear durante quince-veinte minutos, cubriendo con una hoja de aluminio. Quitar la hoja y cocinar durante cinco/diez minutos más, hasta que el pollo se haya cocinado y se haya derretido el queso.