Luca Corradino, chef de la Hostaria I Due Ladroni, prepara un plato donde la liviandad de la carne blanca se funde con la cremosidad del queso Gorgonzola.
Preparación
Coger el conejo deshuesado, desenrollarlo en una tajadera y cortarlo
por la espalda de forma longitudinal. Dividir cada una de las dos partes
obtenidas en tres piezas, cubrirlas con una rebanada de speck y añadir
en la parte hacia el borde un pedazo de queso Gorgonzola dulce Igor.
Cubrir una lata para plumcake con papel para hornear, enrollar las
rebanadas de conejo rellenas y colocarlas en la lata. Hornear y cocer
durante unos 25 minutos a 200°, rociando un par de veces con el vino blanco.
A la terminación de la cocción sacar los bocadillos de conejo del horno,
dejarlos enfriar y luego cortarlos en rebanadas. Servirlos en un lecho de
ensalada fresca, rociándolos con una salsa obtenida del líquido de cocción
mantecado con un poco de queso Gorgonzola dulce.